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Segóbriga

Cerro de Cabeza de Griego es el lugar escogido por los romanos para la construcción de Segóbriga. Estos lo hicieron en un anterior asentamiento Celtíbero en los límites de tierras de los Olcades levantinos y de los Oretanos que moraban parte de la actual Andalucía. Lugar estratégico y paso entre el esta y la Meseta.

 

El anticlinal calizo en el que se sitúa la ciudad romana se defiende al sur con el foso que crea el rio Cigüela. Pronto se beneficia de la influencia celtibera del levante como así atestiguan restos arqueológicos de ricas importaciones griegas y etruscas y, confirman que ya se ocupaba el cerro con castros en el siglo V a.C.

El propio nombre de la ciudad es la llave para establecer el origen y el carácter de la ciudad. Segóbriga, seguramente Segobricks en céltico. La voz, Seg- equivale a Sieg que significaba “victoria” en germánico y –briga equivale a Burg que significa fortaleza o poblado fortificado. La primera aparece en otras ciudades como Segovia o Sigüenza y Burgos mantiene la otra, como en muchos de influencia germana. Por consiguiente se puede decir que Segóbriga es “La Ciudad de la Victoria” o “Ciudad Victoriosa” como la alemana Siesburg.

 

Era esta una ciudad limítrofe que con Clunia, en Burgos al norte, marca el sur del territorio celtibero y Bilbilis

(Calatayud) a un lado y otro del Sistema Ibérico. Este origen celtibero es llevado a gala y orgullo por muchos como el poeta Marcial, natural de Bilbilis (Epigra. I, 55, 8-10); Nos celtis genitos ex Hiberis nostrae nomina duriona térrea grato non pudeat referre verso, “Nosotros, hijos de Celtas e Iberos, no nos avergoncemos de celebrar con versos de agradecimiento los duros nombres de nuestra tierra”.

 

Gracias a los pactos de las élites Celtíberas con los romanos la ciudad gozaba de estabilidad y progreso como atestiguan las construcciones del teatro y el anfiteatro, así como las termas monumentales o el Gimnasio únicos por su dimensión en el centro de Hispania.

 

La explotación del lapis especularis, cristal de yeso traslucido que utilizaban en la construcción de ventanas aislando de la intemperie dejando pasar la luz también como ornamento supone el afianzamiento de la ciudad en época imperial. Según Plinio las explotaciones mineras en pozos muy profundos se extendían en un radio de 100.000 pies desde la ciudad lo que supone un área de 300 kilimetros de diámetro.Era esta la capital gobernadora de las explotaciones mineras, una inscripción dedicada a C. Iulis Silvano, prucurator Augusti dedicado a la administración minera, convierte a Segóbriga en el centro de uno de los escasos distritos mineros imperiales atestiguados en la Hispania romana.

 

Tras la caída del Imperio, Segóbriga, se convierte en cabeza de obispado Hispano-Visigodo. Obispos como Caonio aparecen en el segundo Concilio de Toledo alrededor del año 527 y Proculo en el tercero. En la época Visigótica tardía la ciudad acrecenta su decadencia y con la conquista árabe las rutas de comunicación varían la ciudad se ruraliza y pasa a depender de la vecina Uclés. El cerro de cabeza de griego y su conjunto arqueologico quedó unido a La orden de santiago, aun en la actualidad, con casa en Uclés. Esto explica el uso como cantera para la constricción del bello Convento-Fortaleza, en el siglo XVI, algo que hundió en el olvido la ciudad. En las relaciones de Felipe II aun se citn un par de vecinos (unidades familiares) en el lugar, perdiéndose, desde entonces, toda publicación, lo que ayudó a su conservación.

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